¡Alerta! -Por Porfirio J. Santos-
Por Porfirio J. Santos.
¡Alerta…!
Los recientes hechos acontecidos deben poner en alerta al presidente Luis Abinanader y su gobierno.
No es fortuito que en un mismo día ocurran dos incidentes simultáneos que afectan uno de los principales motores económicos del país, como es el Turismo.
El sabotaje a las luces de las pistas de aterrizaje del Aeropuerto Internacional De Las Américas Dr. José Francisco Peña Gómez, la falla del Teleferico de Puerto Plata y ahora, lo más reciente, la supuesta avería del acueducto de la Vega, debe poner a pensar al excelentísimo señor presidente Luis Abinader, de que algo no anda bien, por lo que, debe poner en alerta máxima a todos los organismos de seguridad del Estado. Ojo, y aún a esos, ponerles vigilancias.
Pienso que se debe colocar mayor seguridad al Metro de Santo Domingo, a los autobuses de la OMSA, al Teleferici de Santo Domingo, y a las plantas termoeléctricas del país para evitar que sectores heridos y con mucho poder económico y de otras índoles, puedan atentar contra estos puntos neurálgicos y de seguridad nacional de la nación.
No sé si se conspira para tumbar el gobierno. No se si mentes maquiavélicas y perversas conspiran contra la estabilidad de la Patria. Lo que sí se, es que los hechos acontecidos recientemente en este país, son hechos terroríficos que no tienen referencias algunos en todos los años de historia republicana y que, como la justicia ha dado muestra de independencia y de hacer un trabajo apegado a la ética, la moral, al buen derecho; y que se está haciendo lo que el pueblo aspira que se haga, eso no ha caído bien en sectores oscuros políticos y militares de una nación que, parece no tenía doliente ni quién la defendiera. Ahora como esos sectores se sienten golpeados, no me cabe la menor dudas de que no se van a quedar con los brazos cruzados. «Recordemos que las ratas cuando se sienten acorraladas hacen lo que sean para escapar, e inclusive, atacan al que las acorralan».
El gobierno perremeista debe poner ojo visor en todo lo que acontece. Pues se debe recordar el viejo dicho: «Cuando veas la barba de tu vecino arder, pon la tuya en remojo».