Conozcamos a esta gran mujer -Por Teófilo Abreu-
Por Teófilo Abreu.
Conozcamos a esta gran mujer
Pese a ser hija única, Ada Guzmán nunca fue una niña mimada, criada con ñoñería, ni nada parecido a los privilegios de que disfrutaron los llamados “hijos de papi y mami” o los que hoy llaman “popis”.
Y es que don Luis Guzmán Javier y doña Rosa Portorreal Calcaño, sus padres, que no provenían de “cunas de oro”, sino de un hogar humilde, le hicieron ver de madrugada que en esta vida nada es fácil y todo se consigue a base de sacrificios.
Pero en aquel hogar humilde, en un campito muy próximo a la ciudad de Santiago de los Caballeros, Ada disfrutó, no sólo de la frescura de una rica arboleda y de las frutas propias del campo, sino también del inmenso amor y ternura de sus dos madres, doña Rosa y doña Lidia (su abuela), la que también consideró como su madre.
Fue precisamente doña Lidia, una señora desbordante de dulzura, quien le inculcó desde pequeña la vocación de amar a Dios sobre todas las cosas, el amor al prójimo, y sobre el gran valor de hacer el bien.
Posiblemente de ahí nacería esa profunda admiración y valoración por la obra y el amor hacia los pobres de la madre Teresa de Calcuta.
Es periodista profesional, con una maestría en Relaciones Públicas, llegando a ocupar diferentes cargos importantes. Actualmente es la gerente de Comunicación Estratégica en el Servicio Regional de Salud Metropolitano (SRSM) y directora de Relaciones Públicas y Donaciones de la Fundación Cruz Jiminián.
Además, es la productora y conductora del programa televisivo Dar para Vivir, que se transmite los
domingos, de 11:00 AM a 9:00 AM de la mañana por CERTV, Canal 4, donde presenta casos con gran contenido social y humanitario, en compañía del filántropo dominicano doctor Cruz Jiminián.
Es madre de Krishna Rafael Guzmán, el que considera su obra maestra y su razón de ser, de existir, su gran amigo, su compañero y su columna vertebral.
Krishna Rafael ha seguido su ejemplo de superación, aunque no como periodista, sino como abogado.
Y es tanta la alegría que ha recibido, que hoy se siente una madre bendecida, por lo que cada día da gracias al Señor.
Pero no bien había superado la pérdida de su abuela doña Lidia, cuando hace algo más de un cinco años tuvo que ver partir a doña Rosa, de quien prácticamente se convirtió en su madre, ya que su convalecencia, tras un accidente cardiovascular, la mantuvieron postrada durante once años.
Pero Ada es una sobreviviente, ya que en más de una ocasión ha estado al borde de la muerte; pero parece allá arriba no la quieren todavía, o aquí hay mucha gente que necesita de su mano.
Y, a pesar de que ha conocido la traición, la envidia y otras bajas pasiones que han obrado en su contra, sigue adelante, sin mirar hacia atrás y sin que el rencor haga nido en su pecho.
Ada es mujer de armas a tomar, una mujer dulce, pero de carácter muy fuerte. Es también una mujer muy organizada en su hogar, en su trabajo y en su vida.
No le gusta la injusticia, es amante de la libertad y de un bello atardecer.
Para Ada Guzmán, su familia es su templo y está por encima de todo.
Le gusta la lectura, y cita entre sus escritores favoritos a Isabel Allende y Gabriel García Marques
Pero de todos los seres que ama hay uno que nunca podría faltarle, Candy María, una dulce y tierna perrita, que es para ella un miembro de primer orden en su familia.