Realidad y manejo de Micky López y diputada Pilarte -Por Félix Jiménez Campusano-

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Por Félix Jiménez Campusano.

Realidad y manejo de Micky López y diputada Pilarte

El caso de Miguel (Micky) López y su esposa, la diputada Rosa María Pilarte, ambos acusados de lavado de activos y a López además, de narcotráfico y evasión fiscal en otro expediente apartado.

Sobre este tema, que ha alcanzado niveles mediáticos de la mayor trascendencia comunicacional, debido a la magnitud de las acusaciones, queremos destacar la excelente estrategia en materia de comunicación llevada a cabo por la pareja y sin necesidad de hacer juicio de valor, sobre todo cuando han estado enfrentando la situación de manera convincente.

Con esto jamás afirmaremos, que sean inocentes, muchos menos culpables, pues se trata de conocer a fondo las realidades de los hechos, si existiesen y es competencia de los jueces, que puedan conocer y validar las distintas acusaciones, pero es que, nos llama poderosamente la atención, la forma de asumir sus defensa en los medios de comunicación social, tanto convencionales, como en la redes sociales, ya que esa sería justamente la misma recomendaciones, que les hubiésemos sugerido, si manejáramos sus relaciones públicas.

Ha sido una genial planificación, ya que era en los MCS donde estaban perdiendo la batalla y con sus intervenciones han ido ganando terreno, de tal magnitud, que ya no se piensa igual de la familia López Pilarte, con un amplio media tours, la población está viendo la otra cara de la moneda y sumado a esto, tenemos la realidad jurídica en la que, Micky resultó medianamente favorecido con la sentencia del Juzgado de la Instrucción y mas luego, confirmada por la corte de apelación penal de La Vega, donde solo le retienen la responsabilidad penal de enriquecimiento ilícito por evasión de impuesto, que viene a ser una práctica muy común en el comercio universal, sin embargo en cuanto al involucramiento manchoso del narcotráfico, ni en la primera instancia de instrucción, ni en grado de apelación se le pudo probar ningún vínculo en ese mundo, a pesar de que, se hizo bastantes ruidos y justo en medio de un proceso electoral y esto resultó muy sospechoso por el momento escogido por el ministerio público para accionar, aunque muchos lo vimos y juzgamos como culpable en aquella ocasión, ahora resulta, que la realidad es otra, se volteó la torta y se ha iniciado un proceso de limpieza moral familiar.

El caso nos deja una nueva experiencia, de utilidad para evitar dejarnos arrastrar “como siempre,” del mediatismo amarillista y la escucha de la difusión de una sola parte procesal. Son muchos los, que se confunden y reproducen comentarios sin medir consecuencias, olvidan, que una familia observa y sufre por las falsas informaciones a veces institucionales, como es el caso y esto destruye la salud, tanto física, como moral y espiritual.

El autor es periodista.

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