Por Margaret Otáñez
Hoy quiero abrir mi corazón y expresar lo que muchas veces callo, pero que siento profundamente.
Admiro y valoro con todo mi ser al gran hombre que tengo a mi lado. Un ser noble, honesto y sincero, que ha entregado su vida al servicio de su pueblo sin esperar nada a cambio.
He visto de cerca tu esfuerzo diario, tu entrega incansable, tu lucha constante por hacer un mejor Cotui. A veces sin el apoyo que merece, a veces incomprendido… pero jamás detenido. Porque cuando se tiene un corazón lleno de amor y compromiso, las fuerzas nacen del alma.
No todos saben cuánto sacrificas , cuánto te desvela, cuánto pone de sí mismo por los demás. Pero yo sí lo sé. Y por eso hoy quiero decirlo con orgullo: me siento inmensamente bendecida de caminar junto a un hombre íntegro, trabajador y lleno de fe.
Mi admiración y respeto hacia ti no nace de la de un capricho , sino de tu esencia. Porque más allá de título, cargos, y posiciones está el ser humano maravilloso que siempre da sin esperar recibir.
Y aunque algunos no lo comprendan, tu grandeza no depende de la aprobación de nadie, sino de la huella noble que deja en cada acción.
Orgullosa de ti, siempre.
Y que te quede claro, mi amor: aunque otros no estén, yo siempre estaré a tu lado, brindándote mi apoyo incondicional, mi fe y mi amor en cada paso de tu camino.








Deja una respuesta